significado a nuestra propia existencia. En ese apasionante viaje por la vida iremos así mismo descubriendo y desarrollando nuestras cualidades y valores, nuestras habilidades y destrezas, conociendo y comprendiendo, aceptando y asimilando, no sólo nuestra propia realidad, sino también realidades más amplias y globales.
Descubrir qué se es y quién se es resultará ser el camino correcto para descubrir el propósito de vida, pudiendo incluso convertirse dicho proceso, por si mismo, en tal propósito. Y mientras no se encuentre, la propia vida será entendida como una mera sucesión de acontecimientos, con grandes dosis de caos direccional, tendiendo a hacer siempre los mínimos esfuerzos posibles para existir, o más bien subsistir, con la menor cantidad de problemas posibles. El propósito de vida puede ser interpretado pues como lo que marca la diferencia entre vivir plenamente o simplemente existir.
Amaremos lo que hagamos y eso se notará, lo que unido a ese compromiso con la excelencia nos proporcionará ese magnetismo especial que origina, entre otras cosas, el que los demás quieran relacionarse con nosotros.
Generalmente solemos descubrir nuestro propósito de vida cuando conseguimos despertar a realidades globalizadas y superiores a la propia, lo que nos conduce a definiciones y comprensiones más amplias de la vida. Y esto también se puede conseguir mediante las reacciones emocionales que se originan ante determinadas conmociones, podemos llamarlas adversidades, que hacen estremecerse todo nuestro ser, cuestionando los principios y valores sobre los que sustentamos eso que consideramos como nuestra realidad.
Para que nuestro propósito de vida nos conduzca al éxito, es necesaria la planificación y puesta en marcha de un plan de vida, la hoja de ruta que nos conducirá hasta las metas, realistas y alcanzables, hacia donde nos conducen nuestros sueños y aspiraciones.
En su fase inicial, parte de los procesos involucrados en el descubrimiento del sentido y propósito de nuestra propia vida se basan en el descubrimiento de cómo nos sentimos y qué emociones tenemos. Qué nos dice nuestra mente, qué vemos, qué elegimos y qué queremos hacer. Y comenzaremos por arriesgarnos a decir frases tales como:“no quiero hacer esto”, “esto lo he hecho toda la vida y siento que no va conmigo”,
¿Sabes cuál es tu propósito de vida?
Comentarios recientes