Si somos capaces de guiar nuestros pensamientos conseguiremos, no sólo sentirnos bien, sino también hacer que, en consecuencia, nuestra vida sea tal y como deseamos, tal y como diseñamos…
Parece una tarea difícil ya que solemos centrarnos en ver sólo lo negativo que ocurre a nuestro alrededor. Digamos que desde pequeños se nos enseña a estar alerta y precavidos ante situaciones adversas pero, ¿por qué no apreciar en la misma medida todo lo positivo que nos ofrece cada día, cada jornada laboral, cada beso de nuestros hijos, cada sonrisa de nuestros compañeros….?
Por supuesto, si no estamos habituados a valorar todo cuanto es positivo deberemos hacer un esfuerzo por «entrenar» a nuestro cerebro en esta tarea que, sin duda, merecerá la pena.
Un buen ejercicio sería programar mentalmente nuestro día a primera hora de la mañana para que trascurra tal y como queremos. Repasaremos mentalmente todas las tareas que nos esperan, visualizaremos incluso la sonrisa que podemos regalar a ese compañero malhumorado que normalmente nos hace sentir mal, ¿por qué meternos en su dinámica de negatividad pudiendo regalarle nuestra mejor sonrisa?.
Diseñar nuestro «día ideal» incluirá todas aquellas actividades que nos hacen sentir bien, cosas que queremos que sucedan, momentos que nos hacen ilusión, cosas que no nos gustan y, quizás viéndolas con otra mirada, podrían cambiar para nosotros… Registrar estos datos durante un período de una semana (que podemos dividir en mañana, mediodía, tarde y noche) hará que nos vayamos acercando sin apenas esfuerzo a nuestro DÍA IDEAL. ¡Atrévete a intentarlo!
Raquel C.
Equipo de Educacoach
Comentarios recientes